Algo que tengo muy en la cabeza es que nací para aprender, y siento que aprender es algo hermoso. A través de mi camino de aprendizaje, he aprendido a enseñar (y sigo aprendiendo todos los días) y disfruto compartir mi pasión con los demás. Uno de los factores más importantes para crear un buen ambiente de clase para la enseñanza de idiomas es que los estudiantes participen activamente en la comunicación y la comprensión. Los estudiantes deben sentirse libres de compartir su opinión en el idioma de destino en un ambiente de clase seguro. ¿Cómo podemos hacer esto realidad? Ser comprensivo y paciente con los alumnos es una de las claves. Facilitar formas creativas de practicar el idioma de destino e inculcar motivación también es un factor crítico. Como mencioné anteriormente, creo que un elemento clave en el aula de idiomas extranjeros es mantener motivados a los estudiantes. Mi estilo personal de enseñanza trae entusiasmo, elementos culturales y juegos al aula para que los estudiantes estén más comprometidos con la clase. Siempre trato de interactuar y ser amigable con mis estudiantes mientras los guío a través de su proceso de aprendizaje lo mejor que puedo. Como hablante nativa que enseña su propia lengua materna, creo que uno de los niveles más profundos en los que puedo conectarme con mis estudiantes es a través de la cultura. Intento mostrarles una nueva cultura y hacerles considerar nuevos mundos. También puedo compartir mi experiencia personal como aprendiz de un segundo idioma con ellos y hacer que se sientan cómodos en un ambiente de clase donde nadie juzga a nadie. Siempre les digo que cometer errores es humano y que tener acento es señal de valentía. Creo que este elemento personal en mi enseñanza es un factor esencial que ayuda a los estudiantes a participar en actividades comunicativas y ayuda a fomentar la motivación.