En primer lugar, para mí, un buen profesor de idiomas debería ser capaz de despertar el interés de los alumnos por su materia. Entonces, debe ser capaz de motivarlos y lograr convencerlos de que su asignatura es la más fácil de aprender y en la que se puede avanzar lo más rápido posible. Si hay alumnos que tuvieron dificultades en nuestras asignaturas, debemos ser capaces de descubrir su forma de aprender y adaptar nuestra enseñanza. Además, el buen maestro sabe escuchar, observar y lograr involucrar a sus alumnos en su aprendizaje. Así, dependiendo de los niveles, asignaturas y necesidades de los alumnos, la docencia abarca varios aspectos. Pero en general, para los estudiantes de primaria, las lecciones se centran más en la ortografía, la gramática, la conjugación, el vocabulario, etc. Para los alumnos del segundo ciclo, estudiamos técnicas de expresión, aprendemos a argumentar practicando los ejercicios de redacción de introducción, desarrollo y conclusión. Además, aún en el ciclo secundario, para los estudiantes de 2o, 1o y Terminale, nos enfocamos más en el éxito de las pruebas de comentario y ensayo. Mi método de curso se basa en mi experiencia personal. Aprendiendo español en un ambiente francófono, pude enfrentar los problemas que surgieron en mi aprendizaje gracias a la motivación, la determinación y la ausencia de fallas en mi vocabulario. Es este espíritu dinámico y ganador el que les enseño a mis alumnos. Además de saber o saber, les hago comprender que querer es poder. Entonces empiezo por conocer las necesidades y dificultades de mis alumnos, ya sea en clase o en línea, luego activo en ellos la determinación y la voluntad de dominar el curso al que van a asistir. He ayudado a varios estudiantes en: - Preparación para el examen - Leyendo y escribiendo - Refuerzo de las capacidades de comprensión y expresión - gramática - conjugación - dicción - Corrección de trabajos de investigación (MASTER)